viernes, 14 de julio de 2017

El rey y el bien

Érase una vez un rey que, oyendo de la existencia de un sabio, lo mandó traer para que fuera su consejero. Comenzó el rey de llevarlo siempre a su lado y consultarlo sobre cada  acontecimiento de importancia en el reino. El consejo principal del sabio era siempre: "Todo lo que pasa es siempre para bien". No paso mucho tiempo antes que el rey se cansara de oír la misma cosa una y otra vez. 

El rey amaba cazar. Un día mientras cazaba, el rey se dió un tiro en un pie. Presa de su dolor, se volvió hacia su consejero - siempre a su lado-- para pedirle su opinión. Y el consejero respondió como siempre "Todo lo que pasa es siempre para bien."

Se sumó su coraje a su dolor, y el rey ordenó la prisión para el consejero. 

Esa noche, el rey bajó a la prisión para ver al consejero, y le preguntó que sentía acerca de estar en la cárcel. El consejero respondió como siempre: "Todo lo que pasa es siempre para bien." Esto sólo enfureció más al rey y dejó al sabio en la prisión. 

Un mes más tarde, salió el rey otra vez a cazar. Pero se fue demasiado adelante de sus acompañantes y fue capturado por una tribu hostil. Los nativos lo llevaron a su pueblo para ser sacrificado para los Dioses. Por sus tradiciones, solamente ofrendas perfectas son aceptables a los dioses y el rey parecía un espécimen excepcional.

Pero el próximo día, cuando llegaron los nativos para llevarlo al sacrificio, al inspeccionarlo descubrieron la cicatriz en su pie y tuvieron que rechazarlo para el sacrificio. Lo soltaron y se fue como flecha para su reino - dándose cuenta de lo que le decía su consejero: "Todo es siempre para bien." 

El rey llegó a liberar al consejero quien, al escuchar sus aventuras, le señaló que bien que lo había encarcelado porque ya que siempre estaba a su lado y no tenía imperfecciones, lo hubieran sacrificado en el lugar del rey. 

LEY: No existen coincidencias, accidentes o suerte (buena o mala). Todo lo que pasa tiene un propósito y siempre sucede para el bien de todos los involucrados. Como dijo Nieztche: "Lo que no me mata, me hace más fuerte". Y como dice un refrán mexicano: "No hay mal que por bien no venga". 

La cuestión para ti es de enfoque: te vas a enfocar en lo "malo" que te pasa, o vas a buscar y abrirte a lo "bueno" que trae consigo.

Thomas Michael Powell

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