No te enamores de un hombre que trabaje todo el día y llegue a casa cansado, enamórate de un hombre que trabaje lo necesario y llegue a casa en el momento justo para compartir contigo.
No te enamores de un hombre que tenga riquezas materiales sino de uno que tenga riquezas espirituales.
No te enamores de un hombre que sepa satisfacerte sexualmente sino de aquel que piense en complacer tu cuerpo y espíritu.
No te enamores de un hombre que se levante con sueño, sino de un hombre que se levante una hora antes, medite y te espere.
No te enamores de un hombre que cuenta años de matrimonio como trofeo, sino de aquel que te haga sentir todos los días como en la luna de miel.
No te enamores de un hombre que hable mucho, sino de un hombre que hable lo necesario y sepa escuchar.
No te enamores de un "Supermacho" sino de un hombre que tenga desarrolladas cualidades de caballerosidad, sensibilidad y detalle.
No te enamores de un fisicoculturista, enamórate de un hombre que sepa utilizar sus músculos en el momento justo.
No te enamores de un hombre que utilice sus palabras para herir, enamórate de aquel que utilice las palabras como poesía.
Te puedes enamorar de cualquier hombre, pero uno verdadero debe saber cómo abrir y acariciar los pétalos en una dama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario